lunes, 6 de agosto de 2012

Capsula Nutricional













Lic. Ana Lucia Loaiza C.
Nutricionista, dietista y esteticista


HIDRATACION



Un tema de gran importancia dentro de la nutrición y que no recibe la atención adecuada es la hidratación corporal. El agua es el componente más abundante en nuestro organismo, esencial para la vida; alrededor de un 60% del peso corporal.
El agua es un nutriente acalórico (no aporta calorías) necesario para que el organismo se mantenga correctamente estructurado y en perfecto funcionamiento, es por ello que hay que enfatizar el tema de la hidratación, conocer la importancia y darle la atención necesaria.
Para una correcta hidratación es necesario reponer los líquidos que se pierden a diario mediante un consumo adecuado de bebidas y alimentos. Esta reposición de líquidos se conoce como balance hídrico, el cual es importante ya que cualquier alteración puede poner en peligro nuestra salud.
Las necesidades de hidratación varían según la edad, el sexo, las condiciones de temperatura, o del esfuerzo físico que realice cada individuo. Así también, algunos factores como la sudoración excesiva o situaciones de diarreas o fiebre, hacen que los requerimientos de agua en nuestro organismo estén aumentados, ya que sólo con las pérdidas normales producidas a través de la orina, heces, transpiración y sudoración se elimina alrededor de 1 a 3 litros de líquido.
Los niños y adultos mayores tienen un mayor requerimiento hídrico debido a que las personas de edad avanzada poseen un mecanismo de regulación térmica deteriorado, y los niños pequeños pasan el mayor tiempo realizando actividades que demandan un mayor consumo de agua. En el caso de los hombres ellos poseen una mayor composición de líquidos que el de las mujeres, alrededor de un 5% más. Por tanto, para mantener el equilibrio entre la entrada y pérdida de agua se necesita beber más cantidad de líquido.
La realización de ejercicio también supone una mayor cantidad de hidratación debido al aumento de la temperatura de nuestro cuerpo. Situaciones como el calor, humedad e incluso el aire acondicionado o ambientes muy secos aumentan las pérdidas de líquidos y la primera señal es la sequedad en la garganta. Por todo esto no se puede hablar de recomendaciones generales sino adecuadas a cada situación, sin embargo se considera como base una ingesta de 2 a 2.5 litros de líquido al día.
En nuestro organismo no existe un mecanismo de almacenamiento hídrico eficaz por lo que el reparar las perdidas es muy importante. Mediante la bebida se puede reponer entre el 75 y 80% de líquido perdido; sin embargo hay que tener en cuenta que, si bien es cierto que el consumo de líquidos como el agua y otras bebidas (infusiones, refrescos, zumos, etc.) cubren con la mayoría de las necesidades hídricas, la ingesta de alimentos con una alta composición de agua como es el caso de frutas, verduras y hortalizas también pueden ayudarnos a cubrir con nuestras necesidades de hidratación diaria entre un 20 y 25%.

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